
Ella y Él
Ella mira el móvil, mensajes y más mensajes. A su lado, el vestido, su vestido. La primera vez que se lo probó supo que era el suyo. Su madre en la puerta, sin que ella se dé cuenta, la mira con orgullo.
Él está tranquilo, o eso piensa. Se viste entre las bromas de sus amigos “pero… ¿estás seguro?”. Nunca ha estado tan seguro de algo.
Ella casi está. El maquillaje perfecto, el pelo precioso y el vestido impecable. A sus espaldas escucha unos gritos emocionados. Sus amigas, las de siempre, las que nunca fallan. Ahora el maquillaje no está perfecto, necesita un retoque.
Él espera en el altar. Cuando está a punto de preguntar la hora de nuevo, todas las cabezas se giran. Ya está aquí.
Ella se baja del coche, su padre la abraza con fuerza y le sonríe. Las miradas de los invitados le dan la bienvenida. Le dicen ¡GUAPA! pero ella no oye, solo lo ve a él al final del pasillo.
Ella le pone el anillo. Él le pone el anillo, y a partir de ese momento ya no hay él ni ella. Ahora son ellos.
Ellos se cogen de la mano, cierran los ojos y una lluvia de arroz, confeti, besos y abrazos los reciben.
Ellos comen, beben, brindan, rozan el cielo manteados por sus amigos y bailan hasta el amanecer. No pueden ser más felices.
Ellos se despiertan al día siguiente, cansados, pero con una sonrisa por desayuno, sabiendo que podrán volver a vivir todo lo bonito de su gran día una y otra vez gracias a sus fotografías de boda.
PARA TODA LA VIDA.
